En la actualidad los centros educativos están inmersos en profundos cambios metodológicos muchos de los cuales consisten en abrir las puertas al entorno como medida para acercar la sociedad a las aulas y hacer que los resultados académicos mejoren.
En medio de todos estos procesos de cambio están las redes sociales, presentes en cada una de las facetas de la vida de la mayoría de nuestro alumnado y de sus familias.
No podemos negar que las redes sociales educativas son la ventana por la que el entorno escolar se asoma para vernos y conocer más de cerca que hacen sus hijos e hijas en el tiempo que allí se encuentran.
Por otro lado, la pertenencia a un grupo y el compartir con este nuestras experiencias, se ha convertido en una premisa más que importante para nuestros chicos y chicas y debemos intentar en la medida de lo posible pertenecer a él.
Todo esto nos lleva a pensar, que cada vez más, la figura del Community Manager se está constituyendo en una pieza clave en la comunicación entre el centro educativo y el entorno y la formación es un elemento esencial para que las personas encargadas de esto en los centros puedan desarrollar de la manera más adecuada su función.
Por otro lado, destacar la importancia que siempre tiene y ha tenido el reconocimiento del esfuerzo por parte del profesorado que asume responsabilidades más allá de las suyas propias como docente que aún no siendo retribuidas, son aceptadas por numerosos componentes en los centros pero puede llegar a producir un gran desgaste en los que a esto invierte su tiempo si no son al menos reconocidos en su entorno.
La figura del CM es la de un perfil técnico-social, me atrevería a decir. Una persona con conocimientos profundos del funcionamiento de las redes sociales y capaz de dinamizar al conjunto del entorno social del centro a través de estos mecanismos. Personas metódicas, organizadas, bien formadas y cualidades para las interelaciones y las ciberrelaciones sociales.
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